Antes de poner en marcha los equipos airless es fundamental dedicar el tiempo suficiente a preparar la pintura. Solo así puede garantizarse el desenlace deseado.
Primero, tenemos que diluir la pintura en la proporción de agua que nos indica el fabricante.
Por supuesto, las pinturas de mayor calidad son capaces de mezclarse con una mayor proporción de agua sin perder sus propiedades.
Cuando utilizamos pinturas que no acabemos de preparar en ese mismo momento, tenemos que dedicar el tiempo necesario para batirlas. De esta forma, evitaremos la formación de sedimentos.
Para mayor eficacia en menor tiempo, es recomendable emplear el batidor mecánico. No obstante, con paciencia y dedicación pueden conseguirse buenos resultados también con el batidor manual. Al fin y al cabo, el objetivo es el mismo: homogeneizar de manera absoluta.
Errores comunes al preparar la pintura para airless
Hay que evitar a toda costa algunos obstáculos para esa mencionada homogeneidad que aparecen por error humano.
Por ejemplo, el hecho de que haya materiales en suspensión puede dar problemas posteriores tanto en el filtrado como en la propia pintura. Lograrlo es más sencillo si usamos agua limpia y recipientes en buenas condiciones, que han sido lavados con cuidado de forma previa.
Otro error muy común es hacer uso de un recipiente que ya se ha utilizado con anterioridad para pintura pero no se ha lavado de manera apropiada. Es extremadamente importante limpiar bien los contenedores después de cada trabajo, antes de que la pintura quede muy seca y sea dificultosa de eliminar. De lo contrario, se formarán pieles y descamaciones que afectarán a futuros resultados de pintura.
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